Propósito:
Odontología slow, combinación de un diseño interior acogedor con un trato humano y profesional excepcional, creando así un entorno en el que los pacientes se sienten cómodos y seguros durante su visita.
Solución:
Cuidadoso diseño interior de colores suaves y relajantes que genera un ambiente cálido y acogedor que se potencia con el uso de materiales naturales como la madera o el mortero arcilla en sus revestimientos resaltando la belleza y la textura única de estos elementos, a la vez que se promueve una sensación de armonía y sintonía con el entorno.
Se ha diseñado un espacio que permite un flujo de pacientes suave y eficiente, minimizando los tiempos de espera y optimizando la atención mediante una disposición lógica de áreas como la recepción, la sala de espera, las áreas privadas para consultas, las áreas de tratamiento, el laboratorio y el área de esterilización. Con el mismo criterio eficiente se ha tratado el flujo de trabajo del personal dental, desde la recepción de pacientes hasta la finalización de los tratamientos y la facturación.
En el centro de la clínica se ha creado un patio interior que sirve como eje articulador para acceder a cualquier área. Este patio está diseñado para maximizar la entrada de luz natural y, gracias al uso de plantas y árboles, crear un ambiente placentero y acogedor que influye y nutre positivamente en el interior. Todas las paredes están compuestas por grandes ventanales de vidrio y hierro que conectan visualmente el patio con el interior de la clínica, facilitando la circulación del aire y creando una sensación de amplitud y conexión con el entorno exterior.
La clínica, junto con el trato amable y profesional de su personal, recibe y acompaña a los pacientes durante todo el proceso de atención dental.