Propósito:
El propietario, de nacionalidad holandesa, quería una casa que le hiciera sentir “mediterráneamente” durante todo el año.
Solución:
Este chalet ya estaba rodeado de “mediterráneo”, situado entre naranjos, cerca del mar y a los pies de la montaña, sólo necesitaba una restructuración de usos que cambiaran las dinámicas de habitar y que ofreciera ese “estilo de vida mediterráneo” que buscaba.
El trabajo consistió en abrir la casa al exterior y llenarla de luz. En planta baja se comunicó el salón con el jardín y en planta primera se creó una habitación suite con terraza.
El uso del suelo continuo de microcemento también ayuda a conseguir esa fluidez espacial.